Tras 25 años del genocidio contra los tutsis, Ruanda, también conocida como la «Tierra de las Mil Colinas», se irradia en todo el mundo por la increíble reconstrucción que ha emprendido en los últimos años. Todos juntos lograron dar una nueva vida a su país para que todos pudieran vivir juntos pacíficamente. Y Ruanda debe gran parte de esa reconstrucción a las mujeres que han permitido que el país se recupere y que han logrado convertirse en los actores clave del desarrollo del país.
Cuando las mujeres toman las riendas del asunto
El genocidio que terminó en julio de 1994 se cobró la vida de miles de ruandeses, la mayoría hombres. Fue entonces cuando se alentó a las mujeres a sustituri y ocupar puestos de trabajo que tradicionalmente estaban reservados a los hombres. Así es como las mujeres han tomado el destino del país cob sus propias manos y han participado activamente en su reconstrucción económica, cultural y social. Gracias a su asombrosa voluntad y a su importante contribución al desarrollo del país, las mujeres ruandesas se han convertido en ejemplos de fuerza y determinación para todos los habitantes del país. Y aunque que el 50% de la población ruandesa es menor de 25 años y no ha conocido el genocidio, las mujeres ruandesas se han asegurado de enseñar a las siguientes generaciones los valores del respeto, la tolerancia y la igualdad.
Ruanda, uno de los líderes mundiales en igualdad de género
A día de hoy, Ruanda ocupa el sexto lugar en el ranking del Foro Económico Mundial en materia de igualdad de género. Es el país más igualitario de África e incluso superando a algunas de las mayores potencias del mundo en este ranking.
Las mujeres de Ruanda ocupan puestos de responsabilidad y se imponen en todos los ámbitos: política, negocios, arte … Desempeñan un papel decisivo en el desarrollo del país y están floreciendo en estas posiciones. En Ruanda, la mitad de los graduados universitarios son mujeres y el 65% de las niñas van a la escuela, suponiendo así, la tasa de alfabetización más alta de África. Gracias a diversas reformas e iniciativas que permiten a las niñas beneficiarse de la misma educación que los niños, la desigualdad de género se ha reducido considerablemente a lo largo de los años. Ruanda está invirtiendo mucho en educación, una cuestión considerada imprescindible para el desarrollo del país.
El gobierno ruandés también ha hecho de la igualdad de género una de sus prioridades. Desde 2003, la igualdad entre los géneros está consagrada en la Constitución y han entrado en vigor varias leyes. Para mantener la igualdad en las instituciones, el gobierno ha aprobado una ley que exige que el 30% de los puestos en los ministerios y administraciones se asignen a mujeres. Por lo tanto, no es sorprendente que el parlamento de Ruanda esté presidido por una mujer y compuesto por una mayoría de mujeres, ¡un caso único en el mundo!
Un gran ejemplo para todo el mundo
Desde el final del genocidio, Ruanda se ha desarrollado de manera constante. Desde el año 2000, el país registra un crecimiento económico anual de más del 7% y la igualdad se está abriendo camino. Ruanda es altamente competitiva en los sectores de la construcción o la agricultura y ahora pretende desarrollar sus infraestructuras turísticas para convertirse en un destino estrella en África.
Ruanda es una economía en auge, pero el país también destaca en el mundo gracias a su éxito social. En un mano a mano, los hombres y las mujeres garantizan la paridad y transmiten valores de tolerancia y respeto hacia los demás. Tras 25 años del genocidio que tristemente hizo famoso al país, ¡Ruanda se ha convertido hoy en un ejemplo de determinación y éxito para África y para el mundo entero!
«Las mujeres ruandesas hacían negocios hace mucho tiempo vendiendo leche o ropa, pero la verdadera diferencia hoy es que yo soy parte de una nueva generación, la que después del genocidio, la que crea su propio negocio y, por lo tanto, crea puestos de trabajo. Para mí es un orgullo pertenecer a esta generación. – Diane Dusaidi, Directora Ejecutiva de Kasha Ruanda. Testimonio recogido en el programa ‘Envoyé Spécial’ del canal de televisión France 2.»
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